Debido al ingreso del Huracán ETA, el día 02 de noviembre de 2020 el Comité de Alertas de la Secretaría en los Despachos de Gestión del Riesgo y Contingencias Nacionales (COPECO) declaró alerta roja en los departamentos de la zona norte1, luego el 04 de noviembre se emitió la declaratoria de emergencia nacional. Dos semanas después, el 15 de noviembre, se determinó mantener vigente la alerta roja por tiempo indefinido por el ingreso del Huracán IOTA al territorio nacional.
De acuerdo con el reporte de situación No. 04 elaborado por la Oficina de la Coordinadora Residente y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) del 20 de noviembre, se reportan más de 3 millones de personas viviendo en zonas impactadas por el fenómeno ETA. Adicionalmente, se encuentran 600,000 personas afectadas por el segundo fenómeno IOTA. Se contabilizan 91 personas fallecidas, 76,000 personas albergadas y 180,000 personas evacuadas.
Una de las zonas de mayor afectación fue el Valle de Sula donde se registraron diversas inundaciones y un nivel alto de saturación de los suelos. En la zona miles de personas se vieron obligadas a evacuar y algunas a desplazarse a sitios colectivos temporales.
La respuesta por parte de Gobierno, la sociedad civil, organismos de cooperación internacional, organismos no gubernamentales, entre otros, fue inmediata. Sin embargo, los retos son aún mayores debido al contexto generado por la pandemia del COVID-19, en particular cuando la población acude a los sitios colectivos temporales, en donde por la situación es difícil cumplir con las medidas de distanciamiento social.